Me iré sin decir adiós, porque no me gusta despedirme ni saludar.
Las despedidas son tristes, y las bienvenidas son alegres, sin embargo casi no las uso. Prefiero irrumpir e interrumpir la inercia y la rutina como un huracán, hacer y deshacer por un momento sin anunciarme y luego partir de la misma manera.
Dejando rezagos en el aire, de la esencia que delinea mis ideas, mis gestos y mis actos, los cuales quizá sea inmortalizados, o simplemente caigan en el olvido.
En esos momentos, prefiero el silencio al bullicio, la calma a la euforia, la melancolía reprimida en los ojos al llanto ensordecedor.
Prefiero quedarme con la imagen congelada en el tiempo de la felicidad, que una sucesión continua de hechos malos que luego me ensucien el alma.
Cuando se acerca el momento de la partida, la nostalgia crece, las ideas se tornan confusas, las dudas nacen y se busca lograr llegar a otra etapa que genere un nuevo bienestar, aunque este solo sea temporal.
Y esta etapa no te la contaré, y quizá tampoco esté donde deba estar para contarsela a alguien...que es tan especial como tú lo fuiste para mí en aquel momento en el que te revelé mis secretos.
No llores, que yo no suelo llorar... y no quiero hacerlo ahora. Las lágrimas simplemente no fueron hechas para mí.
C.
3 comentarios:
y yo lo se....
Al partir, un beso y una flor, un te quiero una caricia y un adios...
...es ligero equipaje para tan largo viaje, las penas pesan en el corazón.
Más allá del mar abra un lugar donde el sol cada mañana brille mas... forjará mi destino las piedras del camino lo que nos es querido siempre queda atrás.
...me voy pero te juro que no volveré.
Ich werde eine Sache nicht verpassen, mein lieber Engel
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