jueves, junio 30, 2011

Canción del mes

La fuerza del destino

Nos vimos tres o cuatro veces,
Por toda la ciudad.
Una noche en el Bar del Oro,
Me decid a atacar.

Tu me dijiste diecinueve;
No quise desconfiar.
Pero es que ni mucho ni poco,
No vi de dónde agarrar.

Y nos metimos en el coche,
Mi amigo, tu amiga, tu y yo.
Te dije: "Nena dame un beso?",
Tu contestaste que no.

Empezamos mal, y yo que creía
Que esto era un buen plan.
Aquella noche fue un desastre;
No me com un colín.

Estas son sólo un par de estrechas,
Nos fuimos a dormir.
Pero la fuerza del destino,
Nos hizo repetir
Dos cines y un par de conciertos,
Y empezamos a salir.

No se si esa cara tan rara,
Un ojo aquí y un diente allá.
O el cuerpecillo de gitana;
Mujer a medio terminar.

Tu corazón fue lo que me
Acabo de enamorar.

Y nos metimos en el coche,
Mi amigo, tu amiga, tu y yo.
Te dije: "Nena dame un beso?"
Tu contestaste que no.

Empezamos mal y yo que creía
Que esto era un buen plan.

Y desde entonces hasta ahora,
El juego del amor,
Nos tuvo tres años jugando,
Luego nos separó.

Pero la fuerza del destino
Nos hizo repetir;
Que si el invierno viene frío,
Quiero estar junto a ti.

Oh, oh, oh, oh... Oh, oh, oh, oh...
Quiero estar junto a ti. (x5)




lunes, junio 20, 2011

Instrucciones para subir una escalera

Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas.

(Aunque si ha tomado mucho probablemente las escaleras le parezcan curvas de modo puede subirlas de todos los lados… mientras estas no se mueven)

La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente.

(Pregúntele a un borracho si puede mantenerse de pie después de haber embebido descaradamente unas cuantas horas sin pensar en cómo su cuerpo se verá cubierto de convulsiones en un futuro cercano)

Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón.

(Insisto, si sigue borracho, espero que su pantalón sea de buena calidad para que no se raspe y si tiene las rodillas descubiertas ojalá tenga muchos curitas para cubrir las lesiones)

Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).

(Puede levantarlos al mismo tiempo solo si tiene alas como Red Bull)

Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

(Luego de esta acción, si llegas a su destino final sano y salvo le recomiendo tomarse un par de alka seltzers y una sopa de pollo para curar la resaca. No pierda la fe, a veces funciona)




C.

I don't cry for you Argentina...

Podría escribir los días con detalle y sombras. Sin embargo, dejaré que las fotos cuenten la historia.

Podría decir cuantos kilos de carne me embutí, cuantos dulces de leche devoré, cuantas copas de vino bebí.

Podría decir cuantas cuadras caminé, que lugares visité, cuantos recuerdos almacené.

Volví una vez más a este lugar que alguna vez me pareció mágico. En el que viví tantas cosas, que lleva una parte de mi historia.

Si debo decir que sensación experimenté cuando volví diré que es una mezcla es de sorpresa, no pertenencia, tristeza y nostalgia.

Sentía que ya no era el lugar que alguna vez adoré. Lo vi diferente, sombrío, intenso. Era como un sitio nuevo que yo ya no conocía.

Algunos sitios aún tenían mis recuerdos en las paredes. Que nostalgia me provocaron algunas esquinas, árboles y personas.

Las motivaciones cambiaron, los objetivos también. La gente se renovó. Los viajes fuera de Buenos Aires le dieron un nuevo aliento. Ciudades que me abrazaron con amabilidad, buses en los que dormía como un bebe, infinitas horas acompañada. Y de soledad.

Mochileando sola como en antaño, pensando, añorando, buscando. Sentí retroceder el tiempo y tener 19 de nuevo. Cuando comencé a subirme a buses con mayor regularidad, sin preocuparme por el futuro, solo disfrutando el momento, viendo un poco el paisaje y saqueando los pocos víveres que tenía por ahí.

Dicen que las despedida son tristes. Pues así lo fue. Así vuelvo a un lugar, donde cerré hace muchos años una historia. Adioses y bienvenidas. Ajeno y familiar. Intimo e indiferente. Y es que esa vieja yo... ya no existe más. Y este viaje no hizo más que reafirmarlo.

Un gran viaje. Como los que siempre tengo a Buenos Aires. Veo con otros ojos esta ciudad. Es como nueva a pesar de que conserva las fachadas tradicionales. Es otra a pesar de que alguna vez "intenté" saberla de memoria. Es pequeña y gigante a la vez.

Puerto Madero por siempre.





C.

lunes, junio 06, 2011

Keynes is all around

Al día siguiente de las elecciones de mi querido Perú y el desplome de la bolsa ha vuelto a surgir la teoría (o quizá siempre estuvo vigente) de un autor familiar para los economistas: John Maynard Keynes. Su teoría de las expectativas y su influencia en las decisiones de los agentes económicos es una de mis favoritas, porque intervienen variables psicológicas y no se usan solo números. Finalmente la economía es una ciencia social, inexacta. Ceteris paribus al 70%.

En economía se llaman expectativas a las previsiones que los agentes realizan sobre la magnitud en el futuro de las variables económicas. El comportamiento de los agentes dependerá, lógicamente, de cuáles sean sus expectativas. Si bien el modelo más común es aplicado a la Curva de Phillips, creo que las expectativas mueven el mundo. Si creemos que el precio del oro subirá venderemos y si baja compraremos. (Como diría mi estimado Lauer, típica maniobra de banquero: Causar crisis para comprar barato al día siguiente). Si creemos que habrá inflación intentaremos negociar más salario nominal, y así sucesivamente. Se usan expectativas adaptativas (se ponderan últimas variables y se estima un promedio) y racionales (hay más información, se aprende de sus propios errores).

Ahora hay que usar esta lógica a lo que pasó con la bolsa, que abrió literalmente casi 2 horas: Cayó 12.51%. La caída más alta en su historia, siendo las mineras las que más sufrieron. Se aplica nuevamente el modelo de expectativas y especulación. Hay que comprar dicen muchos. Ante una propuesta principalmente nacionalista, se genera pánico y vuelan las acciones. Las expectativas de posibles estatizaciones de empresas privadas generan huida y una caída de precio. Todo es puramente psicológico. Lo que es importante ahora es el próximo discurso de Ollanta como virtual presidente. Es como cuando Obama salía a calmar el mercado estadounidense y los índices mejoraban. Expectativas, pánico. Decisiones apresuradas cuando no ha pasado nada. A corto plazo todo se mueve y sigue Alan en palacio. Rumor de prensa Los economistas garantizan crecimiento pase lo que pase. Yo les creo, finalmente son mis colegas. No olvidemos tampoco como se desplomó el Down Jones y ni que decir de Europa que sigue sumida en una crisis infernal. Todo esto afectó a nuestra pequeña bolsa local.

Ahora, desde mi punto de vista no político hay que tener calma y esperar. No voy a criticar ni a rajar de ningún candidato. No es mi estilo. Creo en mi país y como gran viajera que soy cada vez que me voy fuera, valoro más el Perú.

He tenido la suerte de tener una buena educación que me ha permitido tener una buena chamba y poder desarrollarme. Me permite pagar estos viajes y ver más allá. Pero no todos tienen esa suerte. No puedo decirle a una persona que vive con menos de U$Ddiario durante 20 años que el PBI creció porque a él no le cambio la vida. No tiene las mismas oportunidades que yo tuve.

Ojo, yo soy fan del libre comercio, de la empresa privada, etc. Pero hay cosas que en esta región no se pueden aplicar. Lamentablemente hay más variables no solo numéricas que intervienen ante una cultura tan heterogénea en conductas, costumbres y formas de pensar. Tengo planes acá aún y todas las ganas de seguir trabajando. Rechazo cualquier comentario racista, violento e irascible. No apoyo a Ollanta, ni a Keiko. Pero creo en los que estamos aquí. Como dije luego de la primera vuelta: "No importa lo q pase. los obstáculos no borrarán de mi mente que todo lo hago por un futuro mejor."


Con fe,
C.