y derrepente....

Y derrepente un día volví a escribir por acá.

Y derrepente un día sentí que debía dejarme de cojudeces y pensar en el largo plazo.

Y derrepente un día sentí que había dado a luz no solo rabia y frustración, sino una nueva esperanza.

Y derrepente un día entendí que la ingenuidad y ridicules siempre estaráahí, pero en una dosis menor.

Y derrepente un día entendí que necesito de su apoyo. Y derrepente entendí que a veces la mejor terapia no la da tu psiquiatra sino tu conciencia, o tus deseos físicos, espirituales y químicos. Quizá crear controversia no sea necesario, porque a veces ser solitaria me ayuda. Quizá hay que reaccionar, porque el camino se hace complicado. Pero la vida es simple, es el hombre quien se la complica, solo camina y sigue pintando, sigue pintando mucho, colores, sabores, emociones y visiones hacen de tu experiencia un peldaño hacia la escalera que te llevara al cielo. Dicen que Dante usaba estupefactos para crear a Beatriz y a su cielo. No es necesario drogarte, pero al menos debes entender que en la tierra puedes tener muchas mas sensaciones y emociones que en un cielo de castillos de aire productos de alucinaciones. Debes aprender el verdadero significado de decir te amo y te quiero a alguien, palabras tan solo palabras pueden ser mucho mas fuertes que las acciones, aunque a veces pienso si realmente quieres escuchar la verdad, o haces que la gente te diga que quieres escuchar. Y derrepente un día me levanté, muerta de calor por el verano, sofocada y enyesada, y entendí que el infierno o cielo no era producto de drogas legales o ilegales y verbales, eran producto de la inmadurez en algunos tramos y madures en otros de mi subconsciente. Y derrepente un día volví a escribir por acá y comenzar otro círculo.....y eso que hoy comienza el año del jabalí, si a veces soy supersticiosa, pero bueno quien no serlo luego de todo lo que leí estos días, y leeré, y volveré, y pensaré. No a los gatos negros, a los paraguas dentro de casa, a los espejos rotos. Si al baño de florecimiento, a las buenas vibras y a la carta de la fortuna. Y derrepente pensé que sólo sé que nada sé, aunque siempre intentaré saberlo todo.

C.