martes, febrero 02, 2010

Era tan pequeña

Cuando era niña tenia muchos, muchos juguetes. Casi no barbies, porque terminaban con poco pelo de color morado, un ojo azul enorme y sin zapatos. La primera barbie que me regalaron fue cuando mi hermana nació. Cuando fui a verla a la clínica no pregunté por esa niña gorda de 5 kilos que había nacido vía parto natural (pobre mi madre), sino por la barbie. La barbie estaba durmiendo en la mesa de noche de la habitación amarrada a un closet lleno de ropa y usaba vestido y zapatos blancos. Yo tenía casi 4 años. Esa sería la primera víctima de mis locuras, porque si bien tenia muñecas grandes tipo chichobello...esta era la pequeña que me servía de protagonista en mis historias de amor llenas personajes perfectos con afición extrema por el drama.

Casi un año después, y en mis ansia por llevar a mi "realidad de juguetes" los personajes de dibujos animados y por encontrar nuevas historias de amor y perfección, a mi corta edad, estaba convencida de que He-man y Shira debían tener una relación marimonial y miles de hijitos rubios ojiverdes (cortesía de la cigüeña, claro, nunca tan adelantada en ese tiempo) que nacieran no con pan, sino con la espada bajo el brazo para transformar a sus animales y salvar Greyskol. Así con mi nuevo proyecto en mente, papi y mami me regalaron dos muñecos: Shira con capa de tela roja, algo diminuta y a He-man con el que normalmente jugaban los chibolos. Encima este último, venia con el tigre -marica que se volvía machaso cuando He-man se transformaba con la espada de Greyskol- de yapa. Que niña tan feliz fui en ese momento: Jugaba y jugaba que se amaban y de vez en cuando se daban un beso, porque ojo no sabia la historia para tener hijos (gracias revista Bravo) pero sabía que los adultos se daban besos...sin lengua.

Triste fue mi sorpresa al enterarme unos meses después de la cruel "realidad". He-man y Shira no podían ser esposos, porque eran ...hermanos, y los hermanos no se casan porque pueden tener hijos con problemas y... q asquito. Deprimida por esta desilusión procedí a "suicidar" a Shira en un río en la Sierra, en un paseo que tuve con mi familia, no la quería ver más...¿como había osado ser hemana del que yo quería que fuera su esposo?. Luego claro, He-man siguió un destino parecido al de mis barbies de ese entonces...y termino sin piernas, y sin espada y sin tigre...y finalmente en la basura.

Dejé de ver dibujos por un tiempo por la depresión de crear un mundo de fantasía falso en otro mudo de fantasía, hasta que me topé con los gummi bears en el 4. Y ahí había esta osa Cala y de ahí radica mi nickname más común. Esa fue la primera decepción amorosa que tuve, de la que me acuerde. Y eso que ni siquiera era mía, solo era de los protagonistas de mi universo perfecto en un dibujo animado.

Ahora más de 20 años después una se pregunta si al crear estos personajes "ficticios" de una misma (al principio en la búsqueda del ideal y de la adaptabilidad), sobre otros personajes esta vez reales (como realmente se es), una vez que no funciona...¿es porque este tipo esta mas destinado a ser mi hermano que mi amante? ¿por qué la química me puede cagar así los planes cuando este chico tiene todo para ser el "ideal"? ¿Tiene algo que ver la intensidad de la atracción o lo compatible que es la relación?...y pensar que aún queda mucho camino por recorrer. (zzzzz)



C.

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