sábado, junio 26, 2010

Mami sabe

Tenía 8 años, estaba en 3ero de primaria. Mis aventuras por el colegio Carmelitas habían transitado sin sobresaltos, hasta que llego este momento curioso: La actuación por el día de la madre. La profesora (que había estudiado en la Normal con mi mamá) dijo al terminar la obra si algún alumno quería contar un chiste. Yo sobona como era en esos tiempos, salte adelante y recité un chiste que me habían enseñado mi tía y mi mamá: "Había un hombre tan feo, tan feo, que en lugar de tener pájaro tenía murciélago".

Silencio en todo el lugar, yo no entendía porqué. La profesora soltó una risa nerviosa... y media hora después dijo "tu mamiiii Urpyyyy" y me acompaño hasta mi asiento. Las mamas presentes miraban y murmuraban. Ella estaba más roja que chupete Chapulín de fresa. Después descubrí que era un pájaro en un hombre y que si este se convertía en murciélago, probablemente era una infección terrible que lo haría cambiar las camas de los telos por la de los hospitales debido al intenso tratamiento al que se tendría que someter.

Este es solo uno de los episodios anecdóticos que describen la relación que tengo con mi madre. El chiste subido de tono, los consejos sexuales, los apodos, las hazañas para defenderme en el colegio y porque no, la habilidad para hacer drama femenino.

Y es que mis viejos me tuvieron jóvenes. Es más, a mi edad ya venía Laura en camino. Quizá esa poca diferencia hizo que fuera una relación mas amical que en otros casos. Y también hay que decirlo, era una niña algo problemática. Intolerante a la lactosa (nunca lacté), jamás gateé y empecé a hablar desde que tenia 6 meses. También era (soy) totalmente lorna y torpe. Las sacadas de mierda son siempre recordadas por mis amigas y el imán con las pelotas de volley también. Terapia infinita para pedirle a mis chacras que alejen los moretones y posibles tropiezos de mi falta de orientación, porque encima era zurda y disléxica.

Bajo este panorama, la gran Urpy, caballero no más, tuvo que sudar la gota gorda. Ella era como mi policía. Se peleaba con los grandulones que yo insultaba primero, hablaba con sus madres para que no me jodan y no quería, que yo su bebe, sufriera un rasguño ni me enfrentara al mundo exterior sola. Dentro de esta relación también hubieron encontrones violentos, broncas, rebeldías, reconciliaciones, secretos y complicidades. Nunca olvidaré cuando encontró la primera Bravo (en alemán) en mi librero y vió las páginas "porno" del medio. Horrorizada me hizo botar todas las revistas uno por una. No podía ser que su tierna criatura a sus 12 años, supiera que los bebes no venían traídos por la cigüeña. Esa misma mujer que, algunos años después, me decía "depílate bien y ve a la farmacia siempre, ah y no te olvides de usar bonita ropa interior". La que me explicó cuando cumplí los 13 donde se ubicaba exactamente el punto g y que se tenía que contraer dentro de una para tener orgasmos. La que llorando en un auto me preguntó, hace casi 10 años, que hacer y le respondí que el divorcio era su mejor opción, y el tiempo demostró que tenia razón.

La que me dice pollito y me inculcó el amor por la terapia. La que come como Pacman. La que me putea cuando me pongo hostil. La que me llevó a que me cambien los brackets por 10 años. La que me decía que debía comer y que no. La rulosa que quería ser lacia. La que la hizo linda. La que dicen que cada día me parezco más a ella. La que luego de años de intensa lucha con su hija mayor, un día entendió que las cosas podían ser diferentes y mejores. La que siempre me empujó de mil y una formas a seguir adelante y que me repite, siempre que me admira por mi capacidad se sobre ponerme y seguir adelante no importan las circunstancias.

Y finalmente, la que me sorprende y a la que le dedico mi primer cuento. Porque finalmente la misión de la vida es averiguar quienes somos, entender cual es nuestra esencia y felizmente hay personas como ella que nos recuerdan esto. La que me inculcó el placer de la lectura y me resalta el del silencio. A la gran Urpy, aquí le escribimos, porque la extrañamos a miles de km de distancia, la admiramos y sobre todo, la queremos.


C. (No vale llorar, ok, un poquito quizá, pero denme un tissue)


2 comentarios:

TuleX dijo...

Lindoo tu post!!!
Me encanto..casi me hace llorar..asi son las grandes....las viejas o como se les llame..snif snif..Muy lindo Calita =)

TuleX dijo...

BELLISIMO!!
Me encantò :)