Como sagitariana amo viajar, es uno de las necesidades más constantes de mi vida. Esta necesidad de cambiar aunque sea un fin de semana, a un lugar diferente, con colores diferentes, gente nueva, lugares, idiomas, si es lujoso, si es un pedazo de tierra en un cerro. Si tengo problemas con el idioma y tengo que hacer de Mimo (París, Huaraz), si me caigo de algún lugar (Huancayo), o descubro aparatos nuevos en aeropuertos ( Panamá), si tengo que invadir un Wall Mart porque la zona hotelera me quedaba muy cara para comprar tequila (Cancún), si me pierdo entre ruinas y mi abuelo sufre de ataques cardiacos (Siena), si voy a una discoteca espectacular y veo chicos lindos (Bs As), no importa. Si me da soroche por primera vez en la vida, en el parque de diversiones más alto del mundo, al costado de un Volcán (Quito). Amo estas cosas, estas experiencias locas, que me hacen ver otra realidad, y que me hacen crecer como persona y enriquecen mi trayecto.
Aún faltan conocer ciertas cosas, y tengo esta necesidad de buscar destinos exóticos nuevos: Tailandia, Turquía, Tunisia, Marruecos, China, Nueva Zelanda, que se yo. Aunque tengamos que vivir en la miseria para aumentar la proporción marginal a ahorrar, debo agarrar mi mapa y hacer presupuestos, para conocer, para vivir más, para tener las fotos espectaculares de las revistas, y que el NY Times me las compre. ES UN MUST.
Ahora tengo esta obsesión con Turquía. Que las excusas no me frenen, que los problemas no me agobien, que la necesidad no me ciegue, que la buena estrella me acompañe, y que el bolsillo se porte!!!
C.
1 comentario:
Amen!
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